El ámbito histórico -cultural para desarrollar pensamiento crítico en el área de Estudios Sociales para la Básica Media

Resumen

El presente artículo aborda la importancia del ámbito histórico-cultural como eje articulador para el desarrollo del pensamiento crítico en el área de Estudios Sociales, se analiza cómo la comprensión contextualizada de los procesos históricos y culturales permite a los estudiantes reflexionar sobre su realidad. Asimismo, se propone como parte de la estrategia metodológica acciones o actividades que promueven una mirada crítica y activa frente a los contenidos sociales del currículo. De acuerdo con las habilidades de pensamiento crítico, se observó la capacidad de análisis, evaluación y explicación, de la mayoría de los alumnos categorizados en un nivel de valoración medio. Son capaces de deducir algún significado creando relaciones de acuerdo con la información presentada. El objetivo de esta investigación es diseñar una estrategia metodológica basada en el ámbito histórico cultural, para desarrollar el pensamiento crítico en los estudiantes del séptimo año de Educación General Básica de la Escuela Honorato Vásquez.  El abordaje metodológico presenta una investigación exploratoria, con un enfoque cualitativo, de diseño fenomenológico, se emplean métodos de nivel teóricos y empíricos. Como población se consideró 3 docentes de la Básica Media del área de Estudios Sociales, 25 estudiantes que se corresponden a este subnivel y 1 autoridad, el Rector de la institución. En los resultados se evidenció que el pensamiento crítico no solo fue una utopía que cumple apenas el papel de ser un término novedoso, de vanguardia, que figura en los documentos que orientan el deber ser de la enseñanza de las Ciencias Sociales, sino que fue una fortaleza para el desarrollo de la docencia que en determinados momentos sigue optando por quedarse anclada en viejos modelos pedagógicos y educativos , con enfoques reduccionistas e instrumentalistas con los que se comprime la educación a un aprendizaje parcial donde se aprende a hacer y escasamente a saber. Como conclusión, se resalta la necesidad de que la institución fomente el uso de metodologías activas: estudio de casos, aprendizaje colaborativo, el aprendizaje basado en proyectos o problemas, o el modelo de aula invertida para desarrollar el pensamiento crítico de los estudiantes.